Trabajamos por una sociedad más justa y libre, a través de la transformación del sistema de justicia penal que tenga como eje central la dignidad de las personas privadas de libertad y sus cercanos/as, donde se racionalicen los criterios de persecución, se reduzca al mínimo el uso de la cárcel y se humanice la respuesta del fenómeno delictivo, teniendo como horizonte el abolicionismo carcelario.
Nuestras Ideas Fuerza
- Resulta imprescindible la existencia de una ley de ejecución de pena y de un órgano que controle la ejecución de la misma.
- El diseño de políticas penitenciarias, que incluya la privación de libertad, debe respetar a las características diferentes de cada población, por ejemplo, menores de edad, mujeres, indígenas, diversidad sexual, entre otros.
- La cárcel no es un mecanismo efectivo para la solución de los problemas sociales, sino que los acentúa, por lo que hay que buscar formas sustitutas.
- Las condiciones infrahumanas en que se encuentran los presos y presas son una constante violación a los derechos humanos, cometida por el Estado.
- La protección de los derechos de los presos y presas exige restituirles su calidad de ciudadanos/as y crear mecanismos efectivos que prevengan y sancionen vulneraciones.